Un paseo por las entrañas del Embalse de Sau

Catalunya - Esp. - Comentarios -

Un recorrido por las entrañas del embalse, el cual presenta una imagen dantesca, a casi al 3% de su capacidad, enseñándonos las ruinas del pueblo de Sant Romà de Sau, la iglesia y su campanario.

Digital Photo Art de JordiCarrió.com - cr2402-0257-pano.jpg

El embalse de Sau, un espejo de agua que reflejaba la historia sumergida de Cataluña, hoy se encuentra en sus niveles más bajos, revelando sus secretos ocultos. Este fenómeno, consecuencia de una sequía prolongada y agravada por el cambio climático, nos invita a reflexionar sobre nuestro impacto en el planeta. 

Este embalse está ubicado en el Parque Natural de las Guilleries, junto a los acantilados de Tavertet, que pertenecen al Parque Natural del Collsacabra, en la comarca de Osona, Catalunya. Cuando el embalse está en plena capacidad, es uno de los paisajes naturales más bonitos de Catalunya, rodeado de bosques tupidos y acantilados rojizos que muestran un encanto especial. 

Realizamos el recorrido el 9 febrero del 2024, un día soleado de invierno en el que pudimos recorrer por más del 75% del terreno que ha quedado al descubierto. Yo recuerdo tres sequías, la de 1989-1990 y la del 2007-2008 que el embalse llego al 20% de su capacidad, de las cuales tengo imágenes, que no se pueden comparar ni mucho menos con las actuales. Las imágenes que presento en este reportaje son demoledoras, nunca se me había pasado por la cabeza que algún día podría pasearme por el fondo de este embalse.

 La sequía nos muestra la historia pasada 

Digital Photo Art de JordiCarrió.com - cr2402-0238-pslt.jpgDigital Photo Art de JordiCarrió.com - cr2402-0248.jpg
Digital Photo Art de JordiCarrió.com - cr2402-0237-pslt.jpgDigital Photo Art de JordiCarrió.com - cr2402-0298-pslt.jpg
Digital Photo Art de JordiCarrió.com - cr2402-0240.jpgDigital Photo Art de JordiCarrió.com - cr2402-0278.jpg

La imagen del campanario de la iglesia de Sant Romà, emergiendo solitario sobre la tierra agrietada, nos habla de un pasado que se resiste a permanecer bajo las aguas. Mientras que las estructuras abandonadas al borde del embalse, visibles ahora tras décadas, nos cuentan historias de un pueblo que fue desplazado por el progreso, pero que ahora, irónicamente, el progreso amenaza con la escasez de agua. 

La sequía no solo desentierra la historia, sino que también pone en peligro el ecosistema del Parque Natural de las Guilleries. Los árboles muertos y la tierra agrietada son un recordatorio del delicado equilibrio de la naturaleza y la necesidad de acciones inmediatas para combatir el cambio climático. El agua es un recurso vital para la agricultura, el turismo y el consumo humano. La escasez de agua está teniendo un impacto negativo en la economía local, generando incertidumbre y poniendo en riesgo el futuro de muchas familias.

 Una llamada a la acción 

Digital Photo Art de JordiCarrió.com - cr2402-0244-pslt.jpg
Digital Photo Art de JordiCarrió.com - cr2402-0265-pslt.jpg
Digital Photo Art de JordiCarrió.com - cr2402-0293.jpg
Digital Photo Art de JordiCarrió.com - cr2402-0291-pslt.jpg
Digital Photo Art de JordiCarrió.com - cr2402-0290.jpg
Digital Photo Art de JordiCarrió.com - cr2402-0272.jpg
Digital Photo Art de JordiCarrió.com - cr2402-0282.jpg

Este reportaje fotográfico es un llamada a la conciencia, un recordatorio visual del impacto humano en la naturaleza y la importancia de la preservación del agua y el entorno natural. A través de estas imágenes, el embalse de Sau nos enseña que cada gota cuenta, y que la historia y la naturaleza son tesoros que deben ser protegidos ante nuestra cambiante realidad climática. 

Es necesario tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y proteger nuestros recursos naturales. La responsabilidad recae en todos nosotros: gobiernos, empresas y ciudadanos, ya no nos podemos permitir más en no pensar en la importancia que tiene el agua en la vida de la naturaleza, los animales y nosotros mismos. Las imágenes son un recordatorio brutal de la realidad del cambio climático. 

Catalunya está sufriendo, por culpa de los diferentes gobiernos que no han sabido hacer los deberes que les tocaba. En el 2008 ya tuvimos que traer barcos llenos de agua, de otras comunidades para abastecer los más de seis millones habitantes de la zona metropolitana y otras ciudades. En mi opinión creo que han esperado demasiado en tomar medidas. No tardaremos en ver cómo llegan barcos llenos de agua para abastecernos si no se produce un milagro.

Reportaje patrocinado por PICTOREM

Colección Jordi Carrió
Compartir 
Ver anterior Ver siguiente