En el siglo XIII, la zona de Alblasserwaard experimentó problemas con el agua, y se excavaron grandes canales llamados "weteringen" para drenar el exceso de agua en los pólderes. Sin embargo, el suelo drenado se asentó y el nivel del río aumentó, causando inundaciones en los campos. Para mantener los pólderes secos, se construyó una serie de molinos de viento, capaces de bombear agua a unas balsas intermedias entre el suelo del pólder y el nivel medio del río. Aunque algunos de los molinos todavía están en uso, la capacidad principal de bombeo es proporcionada por dos estaciones de bombeo con motores diésel, ubicadas cerca de una de las entradas al área de los molinos de viento.

Los primeros molinos de viento de Kinderdijk se construyeron en 1613. En los años siguientes, en 1738 se construyeron ocho molinos de piedra, los cuales evacuan el agua de drenaje de los pólderes inferiores del Alblasserwaard hacia una balsa intermedia y en 1740 los molinos de madera de Overwaard los cuales evacuan el agua de los pólderes superiores hacia otra balsa. El agua se vierte al río mediante esclusas durante los periodos de bajo nivel del cauce.

Los molinos de viento de Kinderdijk y su área anexa están listados como monumentos nacionales desde 1993 y fueron inscritos como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1997. La zona protegida tiene una superficie de 322 hectáreas.

El complejo turístico de Kinderdijk está abierto al público todos los días del año. Los visitantes pueden recorrer los todo el recinto de los molinos gratuitamente, aprender sobre su historia y funcionamiento, y disfrutar de las impresionantes vistas del entorno natural. El complejo también alberga un museo, una cafetería y un restaurante.

Si viajas en coche o autocaravana, tendrás de aparcarla en un parking a la entrada de Alblasserdam donde podrás coger un autobús que cruza todo el pueblo de Alblasserdam y te deja justo a la entrada del complejo turístico, también puedes realizarlo andando, el recorrido es de unos dos o tres kilómetros.

El complejo turístico de Kinderdijk ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar y aprender sobre la fascinante historia de los molinos de viento y su papel crucial en el drenaje de los pólderes en los Países Bajos. Además de la visita a los molinos, los turistas pueden disfrutar de actividades como paseos en barco por los canales que rodean el área, lo que permite una vista panorámica espectacular de los molinos desde el agua.

El sitio cuenta con senderos para caminar y andar en bicicleta, lo que permite a los visitantes sumergirse en el hermoso paisaje del pólder de Alblasserwaard y apreciar la naturaleza y la vida en los Países Bajos. Los molinos de Kinderdijk son administrados y conservados por la Fundación del Patrimonio Mundial Kinderdijk, y los guías turísticos locales ofrecen visitas guiadas en varios idiomas para brindar una experiencia enriquecedora a los turistas.

Una buena opción es la de subirse a uno de sus barcos turísticos y disfrutar así de las vistas de los molinos desde el agua, mientras que un guía va explicando detalles sobre el lugar. Los barcos turísticos parten desde el embarcadero del centro de visitantes de Kinderdijk y los tickets se pueden comprar tanto en Internet como en las taquillas.

Existen dos tipos de crucero: Los de cinco paradas o el de recorrido exprés de 30 minutos. Con el ticket del crucero de cinco paradas tienes acceso gratuito a todos los molinos museo de Kinderdijk y puedes ver una corta película explicativa sobre Kinderdijk en la sala de máquinas Hulpgemaal De Fabriek y hacer uso de la aplicación con audio sobre Kinderdijk.

Los molinos de Kinderdijk son una popular atracción turística y reciben a más de un millón de visitantes cada año. Los molinos son un símbolo de la historia y la cultura de los Países Bajos, y son un recordatorio del ingenio de los holandeses para controlar las aguas.

• Horario: Kinderdijk es un sitio público, pero los museos y atracciones están abiertas al público entre las 12:00 y 16:00 h (en verano de 09:30 a 17:30 h). Cerrado el 25 de diciembre.
• Precio: La visita a Kinderdijk es gratuita, pero para entrar a algunos de los museos, como el Museummolen Blokweer o el Museummolen Nederwaard, hay que pagar. También existe la posibilidad de hacer un crucero y ver los molinos desde el agua.
• Otra información: Los molinos no están adaptados para los visitantes en silla de ruedas o cochecitos de bebé, pero el resto de Kinderdijk sí. Se pueden alquilar de forma gratuita sillas de ruedas para los visitantes que así lo necesiten. Quienes tengan una tarjeta para discapacitados pueden además aparcar de forma gratuita.

En resumen, el complejo turístico de Kinderdijk es un sitio encantador y único que ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar la rica historia de los molinos de viento holandeses, disfrutar de paisajes impresionantes y sumergirse en la cultura e ingeniería hidráulica de los Países Bajos.