Santiago de Compostela y su casco histórico

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La ciudad que nació de una leyenda que sorprende a cualquiera, en la que un rayo de luz indicó a un ermitaño en donde estaban enterrados los restos del santo apóstol Santiago.


 Visita al museo y al claustro de la Catedral 

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Claustro de la catedral de Santiago – 0759

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Claustro de la catedral de Santiago – 0758

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Claustro de la catedral de Santiago – 0766

Se accede desde la plaza del Obradoiro, el museo ocupa la parte sur de la catedral donde se encuentra el claustro. El museo contiene una gran muestra del patrimonio de la catedral, en que se encuentran expuestas diferentes muestras arqueológicas, pinturas, estatuas, tapices, vestidos litúrgicos, cerámicas… También dispone de una biblioteca que contiene libros de gran valor histórico en la que hay de destacar el Codex Calixtinus, el Liber Sancti Jacobi y los Tumbos o La Historia Compostelana.

El contenido del museo se reparte en cuatro plantas en la que se encuentran varias salas en cada planta:

  • Planta baja: Sala de los orígenes de la Catedral, Sala del Maestro Mateo, Muestra del coro pétreo del Maestro Mateo, Sala en el que explican la construcción de la catedral románica.
  • Planta 1ª: Sala representativa del arte de la catedral de los siglos XIII y XIV, otra sala de los siglos XVI, XVII y XVIII y la sala del Apóstol Santiago.
  • Planta 2ª: Acceso al claustro renacentista de la Catedral, Capilla de las Reliquias, sala del Panteón Real, sala del Tesoro de la Catedral, Biblioteca capitular, Botafumeiro, Sala Capitular
  • Planta 3ª: Colección de artes textiles, Tapices de Rubens, Tapices de Teniers, Tapices de José Castillo, Tapices de Goya y acceso a la balconada que da a la plaza del Obradoiro.

El claustro es de planta cuadrada de 34 metros de lado, es de estilo gótico renacentista de la escuela castellana, los arcos de la zona del porche están coronados por una balaustrada calada con pináculos. El claustro contiene diferentes sepulturas de obispos y personajes relacionados con la catedral. En un rincón del patio del claustro se encuentran las campanas originales de la torre del reloj o Berenguela.

Lamento no poder aportar imágenes del museo, pero como en la gran mayoría de museos está prohibido, realizar fotografías. 

 Catedral de Santiago de Compostela 

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Fachada de la Azabachería – 0740

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Fachada de Praterías – 0750

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Altar mayor – 0777

El acontecimiento importante que hace que la Catedral de Santiago sea conocida mundialmente desde el año 813 es porque acoge los restos del Apóstol Santiago, según cuentan en la leyenda, al descubrir en donde estaban enterrados. Este año según cuenta la leyenda fue descubierto por el ermitaño Paio, que vivía en los parajes del monte Libredón que un día vio un resplandor que señalaba la situación exacta de donde estaban enterrados los restos del Santo Apóstol.

Después de darse cuenta el rey que eran las reliquias del apóstol Santiago, decidió construir en aquel lugar la primera iglesia. Este milagro corrió de voz en voz y poco a poco aparecieron una gran cantidad de peregrinos para adorar al apóstol, a la que se le unieron monjes, mercaderes, campesinos… que poco a poco en el siglo X hicieron crecer la nueva ciudad de Compostela. Con el tiempo y dado a la gran avalancha de peregrinos que venían de todos los confines, decidieron en el año 1075 poner la primera piedra a la actual Catedral.

En la construcción de la catedral intervinieron los mejores constructores del arte arquitectónico románico, en la que hay que destacar la aportación del Maestro Mateo, autor de los últimos tramos de las naves, y sobre todo, la del Pórtico de la Gloria, una de sus obras más destacadas de la catedral.

En el año 1211 la catedral fue consagrada, en la que por este hecho ofrecieron un privilegio, que aún perdura, a todo aquel que visite la catedral en el año Santo, cuando cae en domingo el 25 de julio, le conceden el perdón de sus pecados. Este gran ofrecimiento y más en aquella época, potenció aún más la llegada de peregrinos, con el resultado de mayor crecimiento de la ciudad y de desarrollo de su catedral.

Las obras en la catedral no pararon desde su consagración, dado que el crecimiento de la ciudad proporcionó una gran riqueza que permitió realizar remodelaciones, cambiar las capillas de lugar, construir nuevos retablos… con el fin de tener la catedral más bonita para su santo Apóstol. Con la llegada del estilo gótico, la catedral tomó un aspecto exterior de fortificación con torres y almenas.

La mayor remodelación llegó en la época del arte barroco, en los siglos XVII y XVIII, fue cuando la catedral cambió la fachada del Obradorio y se remodeló una gran parte del núcleo histórico que rodea la catedral. En el interior se modificó el altar mayor, que era de estilo románico, para adaptarlo a las nuevas modas del estilo barroco. La obra fue realizada por José de la Vega y Verdugo, aunque a posteriori se fueron adaptando nuevas restauraciones y remodelaciones. En aquella época la gran mayoría de capillas de la catedral fueron decoradas con retablos y ornamentos de estilo barroco.

Quizá uno de los elementos que más llaman la atención a los peregrinos y turistas que visitan la catedral es el “Botafumeiro”, que es un inmenso incensario, que contiene carbón e incienso en su interior para perfumar la catedral según la tradición. Se construyó en el siglo XI, para quitar el mal olor que cogía la catedral cuando se congregaban una gran cantidad de peregrinos, en la que algunos llegaban enfermos y casi todos sudorosos y mal olientes, debido al gran recorrido que habían hecho andando para llegar a la ciudad santa.

El actual Botafumeiro, cuelga de la cúpula del crucero de la catedral con una cuerda que mediante un mecanismo de unas poleas, un grupo de ocho hombres, llamados tiraboleiros, consiguen hacerlo volar, de un lado a otro del crucero, desde la puerta de la Azabachería a la puerta de las Platerías. Una tarea de mucha fuerza e ingenio, ya que el botafumerio una vez lleno de unos cuarenta kilos de carbón e incienso pesa unos cien kilos, en su vuelo llega describir con su movimiento un arco de 65 metros que alcanza una altura de 21 metros.

Actualmente, solo lo hacen volar unos ocho domingos al año y por supuesto el 25 de julio festividad del Santo apóstol Santiago. También lo hacen volar otros días, si se paga la cantidad de 450 euros, para sufragar el coste que les representa el mantenimiento de la catedral, el vuelo y el humo que desprende el botafumeiro.

Estuvimos de suerte ya que al ser domingo pudimos ver como lo hacían volar, gracias a que nos dejaron entrar al final de la misa bajo la promesa que no haríamos fotos mientras no terminara la misa.

 Recorrido por el núcleo histórico 

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Plaza del Obradoiro – 0792

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Fachada de la Azabachería – 0796

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Plaza de Praterías – 0817

Después de la visita a la catedral, atraídos por la gran oferta de bares y terrazas que ofrecen deliciosas tapas, nos sentamos en una de ellas para reponer fuerzas. Nos tomamos una ración de pulpo gallego y algunas tapas de acompañamiento y después de tomar un postre y un café, emprendimos un recorrido para visitar el casco histórico.

La plaza del Obradoiro, es el centro neurálgico del casco histórico donde confluyen las callejuelas que envuelven la catedral. Es una gran plaza donde se encuentra la fachada principal de la catedral, con una mezcla de diferentes estilos barrocos, románicos y góticos, en el que alberga el Pórtico de la Gloria realizado por el maestro Mateo. Lástima que están remodelando la fachada y no pudimos apreciar la gran belleza arquitectónica que posee.

Al lado derecho de la catedral se encuentra el Museo de la Catedral y el Claustro, como ya he dicho anteriormente, al otro lado de la catedral se encuentra el Palacio Xelmírez, construido en siglo XII. Enfrente de la catedral, el Palacio Raxoi y rectorado, un edificio neoclásico del siglo XVIII, que se construyó como seminario y residencia de los niños del coro de la catedral. En lado derecho de la catedral se encuentra el Hostal de los Reyes Católicos y enfrente de este el Colegio de San Jerónimo.

Al entorno de la catedral cabe destacar la plaza de la Inmaculada, situada en la zona norte de la catedral, en el que se encuentra la Puerta de la Azabachería, al oeste de la catedral la Plaza Quintana donde se encuentra la Puerta Santa, que solo se abre cuando es Año Santo Compostelano. Al sur de la catedral, esta la plaza de Praterías, con otra puerta que accede a la catedral con el mismo nombre de la plaza, donde a su lado se alza la Torre del Reloj, también llamada la “Berenguela”, de estilo barroco, como la mayoría de edificios que rodean esta plaza.

Después de este recorrido emprendimos camino hacia Poio, donde nos esperaba el propietario del apartamento para proporcionarnos las llaves del apartamento donde nos íbamos a hospedar los posteriores cuatro días.

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